Alimentación Saludable En Hogares Comunitarios Bajo La Estrategia De APS

La alimentación constituye el factor extrínseco más determinante en el crecimiento y el desarrollo del individuo durante la infancia. Los hábitos alimentarios y los estilos de vida se adquieren en los primeros años de vida y perduran a lo largo de esta.  La importancia de iniciar el aprendizaje temprano de hábitos saludables reside en aprovechar la característica única de plasticidad cerebral, que destaca el periodo de formación y desarrollo del cerebro en los primeros años de vida, para modelar las vías nerviosas del comportamiento que ayudarán a proteger la salud.



Uno de los beneficios de adoptar tempranamente buenos hábitos alimentarios es la prevención de la mortalidad infantil y del adulto gracias a que disminuyen el riesgo de contraer enfermedades infecciosas agudas y enfermedades no transmisibles, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial y las enfermedades coronarias. 

A nivel mundial, la obesidad es considerada como una epidemia debido al sedentarismo actual de los niños y su mala alimentación, lo cual se ha vuelto un problema social en países del primer mundo. Sin embargo, en las últimas décadas en países de bajos y medianos ingresos se ha incrementado un fenómeno denominado “doble carga”, que consiste en que en una misma comunidad existen desnutrición y obesidad.

Colombia, igual que otros países de América Latina, enfrenta un problema de malnutrición generado por la persistencia de desnutrición y el incremento del sobrepeso y la obesidad (9). Para reducir este tipo de enfermedades se ha demostrado que las intervenciones más costoefectivas realizadas en los colegios han sido aquellas que involucran a la familia y tienen como objetivos marcadores de comportamiento en cambios en el conocimiento, actitudes y hábitos.

 esta investigación tiene como objetivo fortalecer hábitos saludables en alimentación en los hogares comunitarios infantiles y sus familias en el municipio de Sopó desde la Atención Primaria en Salud. Los niños de preescolar son capaces de reconocer que las frutas y las verduras son componentes fundamentales en su dieta para estar sanos y fuertes; además, es importante resaltar que los niños se convirtieron en agentes de cambio respecto a la alimentación saludable en sus hogares involucrando a sus padres, y lograron un aumento en el consumo de frutas y verduras en lugar de comida procesada y refrescos.

En relación con los padres de familia y madres comunitarias, estos demostraron que están motivados con la ayuda de los niños para mejorar el consumo de frutas y verduras, lo cual resalta la importancia de actores de soporte para la sostenibilidad de iniciativas en salud. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

ATENCIÓN PRIMARIA EN SALUD (APS). ¿DE REGRESO AL PASADO?

La atención primaria de salud Más necesaria que nunca.